sábado, 6 de febrero de 2010

Liquido


El turista llego a la sala de espera. Su dedo índice hinchado , iluminado por un verde radioactivo que lo inquietaba.
La sala de espera era un pasillo largo y angosto, con paredes divididas por azulejos y concreto. El piso era gris y sobre el: dos grupos de cuatro sillas apoyadas contra la pared. Cuando el turista se sentó pudo ver que la sala tenia habitáculos. Cada uno tenia una cortina que no permitia ver su interior. Mientras jugaba aflojando y tensando el vendaje de su dedo, vio como un liquido transparente salía por debajo de una de las cortinas. Venia del habitáculo que estaba a su izquierda. En la cortina vio la sombra de una persona y escucho la voz masculina que se estaba quejando en un idioma que no podía entender. El liquido seguía desparramándose llegando hasta la mitad del pasillo , pero aun estaba lejos de su silla. Las quejas del hombre retumbaban en el espacio, pero nadie se le acercaba. El hombre reclamaba ,ahora en ingles, que hacia horas que estaba esperando y nadie lo atendía. Fue entonces cuando la cortina se corrió. Era un hombre de unos sesenta y largos. De estatura mediana, Tez morena , pelo y bigote blanco. El turista no pudo sacar la vista de las piernas del turco: eran mas anchas que lo normal. Ambas tenían un color violeta, y de una de ellas salía la sustancia incolora que había visto esparcirse.
El turco camino la distancia que los llevaba desde el habitáculo hasta la sala de emergencias, unos siete metros estimo el turista. Durante ese recorrido desparramo insultos , y ese liquido desagradable. Los gritos fueron tantos que desde la guardia salio una enfermera para hacerlo pasar . El turista se saco el vendaje para ver como estaba su dedo. El verde estaba mutando a un amarillo fosforescente . Se maldecía por haberse comido el pellejo ,desde ese momento lo consideraba un habito peligroso. Los gritos se estaban acercando de nuevo. Esta vez eran tres los que venían desde la guardia: el turco , la enfermera y un medico , que miraba el piso para no resbalarse. Mientras lo llevaban de nuevo al habitáculo , el medico le pedía al turco que se tranquilizara porque faltaba poco para que fuese atendido. El turco no lo escuchaba y gritaban que tenia que ir a un hospital publico porque era pobre , pero que la atención era pésima , y volvía a insultar. Esquivando los charcos el medico pudo huir del tronar insoportable del turco, que quedo aun mas alterado y con la enfermera. Ambos detrás de la cortina. Los gritos eran en estereo , también la enfermera gritaba que se calmase. Las sombras de la cortina mostraban a la enfermera tomando al turco de los brazos para acostarlo en la camilla , la sombra del turco era inflexible . Las sombras pasaron de ser dos a solo una , los ojales de la cortina se arrancaron del barrante y casi inmediatamente se escucho un golpe seco contra el piso. Los dos sombras estaban semitapadas por la cortina . El turista escucho su nombre desde sala de emergencia.

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